Reflexión
Como no le gustaba la atención que estaba atrayendo, Bernadette se fue para la escuela hospicio que dirigían las Hermanas de la Caridad de Nevers donde finalmente aprendió a leer y escribir. Aunque había considerado unirse a las Carmelitas su salud le impidió entrar en cualquiera de las estrictas órdenes contemplativas. El 29 de julio de 1866, con otras 42 candidatas, tomó el hábito religioso de postulante y se unió a las Hermanas de la Caridad en la Casa Madre de Nevers.
Bernadette pasó el resto de su corta vida allí, trabajando como asistente en la enfermería y luego como sacristán, creando hermosos bordados para los manteles del altar y las vestiduras. Sus contemporáneas admiraban su humildad y su espíritu de sacrificio.
Un día, le preguntaron sobre las apariciones, y dijo:
La Virgen me uso como una escoba para remover el polvo. Cuando el trabajo está hecho, la escoba se pone detrás de la puerta de nuevo.
Ella siguió el desarrollo de Lourdes como un santuario de peregrinaje pero no estuvo presente para la Consagracion de la Basílica de la Inmaculada Concepcion en 1876.
Bernadette contrajo tuberculosis de los huesos en su rodilla derecha. Por varios meses antes de su muerte no pudo tener parte activa en la vida del convento. Ella finalmente murió de su larga enfermedad a los 35 años el 16 de abril de 1879, mientras oraba el santo rosariosaint rosaire.
Santidad
Bernadette Soubirous fue declarada venerable por el Papa Pius X, “Beata” el 14 de junio del 1925, por el Papa Pius XI y oficialmente canonizada Santa por el Papa Pius XI el 8 de diciembre del 1933.
Durante el proceso de canonización el cuerpo de Bernadette fue exhumado tres veces en presencia de la comunidad científica. La primera vez fue en 1903, treinta años después de su muerte, y la ultima vez en 1925, cuarenta y seis años después de su muerte. Su cuerpo fue encontrado intacto en las tres ocasiones.